13 ago 2012

Superar la adversidad. El poder de la resiliencia

Superar la adversidad, de Luis Rojas
Hoy nos centramos en la temática de Libros de Resiliencia y Superación Personal. Ya os hemos hablado aquí de varios libros destacables sobre la materia como Héroes cotidianos, de Pilar Jericó, y también La vida, un slalom, de Paco Fernández Ochoa, o del libro Cómo dejé de ser un idiota de Jil Van Eyle.

Hoy os hablamos del libro Superar la adversidad: El poder de la resiliencia (2010), del Doctor y Profesor  Luis Rojas Marcos, que también es autor de múltiples obras, todas ellas recomendables, como La fuerza del optimismo (2005) o Eres tu memoria: conócete a ti mismo (2012).

En esta ocasión, dado el entorno de crisis en que vivimos, merece la pena detenerse en la cuestión. El objetivo de Superar la adversidad: El poder de la resiliencia es saber cuáles son las raíces biológicas, psicológicas y sociales que permiten explicar la capacidad humana para resistir y superar la adversidad, lo que ha venido a denominarse resiliencia.

La palabra procede del latín resilire, que significa rebotar, y se ha utilizado desde hace bastante tiempo en el campo de la física para simbolizar la elasticidad de un material, propiedad que le permite absorber energía y deformarse, sin romperse, cuando es presionado por otro objeto o fuerza exterior, y seguidamente recobrar su extensión o forma original una vez que cesa dicha presión. Ejemplos de cuerpos con resiliencia son una cinta elástica, una pelota de goma, un muelle o la caña de bambú que se dobla sin romperse ante el viento para enderezarse de nuevo.

El concepto de resiliencia lo empezaron a construir varios investigadores americanos de Europa y Estados Unidos que en la década de los cincuenta siguieron de cerca la vida de personas que desde la infancia se habían enfrentado a circunstancias muy adversas. Pediatras, psicólogos y psiquiatras, sorprendidos por niños increíblemente resistentes y adaptables que crecían con normalidad a pesar de vivir en condiciones perniciosas de pobreza, patología, abandono y violencia, decidieron explorar metódicamente esta impresionante fuerza natural.

Al analizar la vida uno descubre tres cosas:

1. Vivir proporciona terribles golpes, unos previsibles y otros insospechados.
2. El azar forma parte de la vida.
3. Lo más frecuente ante las adversidades es superarlas.

A partir de estas tres premisas, y sabiendo que antes o después la adversidad toca a las puertas de todas las casas, Luis Rojas Marcos apunta diferentes pilares que son la argamasa de la resiliencia  (el arte de aguantar) y que ayudan a superar los contratiempos. Os apuntamos sólo algunos:

1. Relaciones afectivas. Tener un refugio de afecto sólido permite solventar mejor las situaciones difíciles. Lo peor: la soledad. Un proverbio sueco dice: «Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena compartida en media pena».

2. La autoestima favorable. Una autoestima saludable no significa considerarse invencible sino que uno siente que cuenta con las capacidades y recursos internos para hacer frente a la situación. En definitiva, uno cree en uno mismo.

3. El pensamiento positivo y esperanzador. Lo peor que le puede pasar a uno es entrar en depresión, que no es otra cosa que la ausencia de futuro. Alejandro Dumas decía: «La esperanza es el mejor médico que conozco».

4. Los motivos que tenemos para vivir. Son esenciales como factores protectores durante los infortunios. En ello se basa la obra El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl. La gente que no se suicidaba era porque tenía algo que les esperaba: hijos, matrimonio, proyecto personal...

5. La explicación o el significado que damos al sufrimiento. El sufrimiento analizado con distancia se puede ver como algo necesario. Es más, uno debe saber que cada obstáculo es una oportunidad de crecer. Si tu vida es demasiado fácil, probablemente estás estancado.

6. El sentido del humor. El humor nos salva de muchas cosas. No se trata de risa floja ni fácil sino de relativizar, de mirar la vida de otra manera. No resulta fácil en ocasiones, pero es imprescindible.

7. La disposición para narrar y compartir la experiencia con los demás. Todos los especialistas lo saben: compartir nuestro dolor supone un gran alivio psicológico. Hablar es muy bueno, es muy saludable para soltar lastre.

8. La tendencia a liberarnos del pasado doloroso y pasar página. Hay que reconciliarse con el ayer y no estar rumiando continuamente lo que podría haber sido. Cicatrizar las heridas. Decía Fernando Savater que "la felicidad es una forma de la memoria". Dejar en el cajón lo malo y mirar hacia adelante con esperanza.

Otras muchas cuestiones interesantes se abordan en Superar la adversidad: El poder de la resiliencia del doctor Luis Rojas Marcos, un libro que merece la pena leer e imprescindible para el entorno en el que estamos.

«SUPERAR LA ADVERSIDAD» está disponible en: