12 feb 2016

Entrevista a Isabel Aranda (103), autora de «Emociones capacitantes»

Hoy en la Sección de Entrevistas traemos un nuevo libro que es Emociones Capacitantes (Editorial Rasche) con subtítulo: Su gestión en el desarrollo de personas: coaching, liderazgo y educación. El prólogo de la obra corre a cargo de Ovidio Peñalver.

La autora de la obra es Isabel Aranda (@_IsabelAranda), que es fundadora y directora de la Escuela de Evolución Emocional, y es Coach ejecutivo PCC por ICF, sistémico organizacional y de equipos. Psicóloga experta en coaching PsEC® por el COPM. Doctora en Psicología Organizacional. Formadora, Escritora, Conferenciante internacional.

También es Co-directora del Master Universitario en “Gestión, Dirección y Liderazgo de RRHH” del Colegio Universitario Cardenal Cisneros (Universidad Complutense de Madrid).

A Isabel Aranda también la puedes seguir en sus artículos y posts en El blog de Isabel Aranda.

Aquí van las preguntas y las respuestas de Isabel Aranda sobre su libro Emociones Capacitantes. Y destacamos el siguiente titular:

«EL MAYOR ERROR AL GESTIONAR NUESTRAS EMOCIONES ES PENSAR QUE NO PODEMOS GESTIONARLAS Y NOS DOMINAN»

1. ¿Cuándo y por qué nace el libro Emociones capacitantes?
Emociones Capacitantes nació como consecuencia de la necesidad que identifiqué de comprender qué son las emociones, cuáles son y cómo nos afectan en nuestra vida. Desde que conocí la Teoría de la Inteligencia emocional comprendí que esa es la clave precisamente del bienestar y éxito de las personas. Llevaba años impartiendo formaciones sobre inteligencia emocional pero me faltaba lo básico, saber cuáles eran esas emociones que había que reconocer y gestionar. Además, a la hora de realizar procesos de coaching, conocer las emociones se convirtió en una prioridad. Es el fruto de una exhaustiva revisión bibliográfica, del trabajo con focus group y una dilatada experiencia en el ejercicio del desarrollo de personas.

2. ¿Cuáles son las principales aportaciones de este libro respecto a otros de temática similar?
En primer lugar, describe las emociones de forma clara, sistemática y sencilla, lo que permite entender cada una de las emociones como las estrategias adaptativas que son. Cada emoción es abordada de forma multidimensional, contemplando a la persona como un sistema en sí misma, y teniendo como foco principal a qué responde la emoción, y las posibilidades de acción que genera. Este es un aspecto diferenciador y que ha sido muy valorado por los lectores.

En segundo lugar, propone entender las emociones desde la capacidad de acción que permiten, de ahí el calificativo de capacitantes.

En tercer lugar, propone un modelo de trabajo con las emociones que se caracteriza por su carácter integrador, sistémico y práctico que convierten sus propuestas en una guía útil para que los coaches puedan facilitar emociones capacitantes en sus clientes, los líderes puedan gestionar a sus equipos y los educadores comprendan con facilidad las reacciones de sus alumnos. En definitiva, para que toda persona comprenda y gestione mejor sus propias respuestas emocionales y las de otros.

3. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido al escribir este libro? 
A la hora de documentarme, la gran cantidad de información tan diversa, irregular y, a veces, contradictoria que hay sobre emociones muchas veces más basadas en interpretaciones subjetivas que en información científica. Ha sido difícil llegar a lo nuclear y clarificar lo básico. Hay un gran confusión entre sentimientos y emociones y se llega fácilmente o a la negación de las emociones o al sentimentalismo fácil.

Todas las emociones son buenas aunque sean negativas. Todo aprendizaje tiene una base emocional.

4. ¿Cuál es la parte del libro que más te gusta y por qué?
La descripción de las emociones, el conocer cada una de ellas en detalle, su expresión verbal y no verbal, sus cambios fisiológicos, con qué juicios se vinculan, en definitiva, entender a fondo cada emoción y lo que nos permite hacer.

Otro de los aspectos que más valoro son las distinciones emocionales que he podido hacer entre sentimientos, emociones, sensaciones, reacciones, estados emocionales, esto me ha permitido diferenciar las respuestas emocionales y clarificar los diferentes términos, algo que a la hora de trabajar en procesos de coaching ha sido muy útil.

Toda el capítulo de la fundamentación neurofisiológica me gusta especialmente porque sitúa muy bien lo que es una emoción desde la neurociencia y permite "aterrizar" los conceptos.

5. ¿Todas las emociones son buenas aunque sean negativas?
Claro que todas las emociones son buenas, son parte de nuestra capacidad de respuesta inscrita en nuestra herencia biológica. Hablamos de negativas no porque sean malas sino porque nos informan de alguna situación negativa, como puede ser un peligro, un amenaza o una pérdida. Éstas son las que más nos afectan precisamente porque tienen que ver con nuestra supervivencia mientras que las positivas tienen que ver con nuestro desarrollo. Tengamos en cuenta que, como ya afirmó Platón, "Todo aprendizaje tiene una base emocional", dicho de otra manera, todo lo que hacemos está filtrado por las emociones.

6. ¿Cuál es el mayor error que se comete a la hora de gestionar nuestras emociones?
Pensar que no podemos gestionarlas, que "nos tienen" en vez de tenerlas nosotros.  Hemos avanzado lentamente en la gestión emocional. Ya en el siglo XIX el gran psicólogo William James afirmó que "El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas al cambiar sus actitudes mentales" y, sin embargo, no es hasta finales del siglo XX que la inteligencia emocional comienza a ser reconocida como positiva.

7. Daniel Goleman decía que somos "analfabetos emocionales". ¿A qué se debe tanto analfabetismo y cómo solucionarlo? 
Somos herederos de una cultura donde se ha primado de forma exclusiva el pensamiento racional como única fuente adecuada para pensar. Aún ahora se interpretan las emociones como algo malo, negativo. Algunas personas demandan en los procesos de coaching precisamente quitarse su emocionalidad, y esto no sólo no es posible, sino que sería un síntoma de cierta patología. No tenemos tradición en valorar las emociones como una información magnífica para entender cómo nos tomamos las cosas, sino que hemos aprendido a ocultarlas, o lo que es peor, cambiarlas por otras más aceptadas socialmente. Aunque no las expresemos, las sentimos, aunque le digan a un niño que los chicos no lloran, el niño siente el miedo que provoca ese llanto y lo que suele pasar es que va a aprender a expresar ese miedo de otra forma, por ejemplo, sustituyéndolo por rabia y mostrando conductas agresivas o somatizándolo.

Es cierto que desde que Daniel Goleman publicó su famoso libro Inteligencia Emocional, ha empezado a considerarse la gestión de las emociones como un tema de interés, primero en las empresas y ahora con un creciente interés en el mundo educativo. En ambos entornos se están haciendo grandes avances en la "alfabetización emocional", dando la oportunidad a las personas de ser conscientes de lo que sienten, reconocerlo y actuar de una forma apropiada para su bienestar. Tengamos en cuenta que la emoción es una respuesta ultrarápida a algo que hemos percibido y que aún no nos ha dado tiempo a pensar sobre ello. Ignorar la emoción es ignorar gran parte de nuestra capacidad de percibir el mundo. La unión entre emoción y razón nos hace más competentes y plenos. Muchas veces la emoción es precisamente la reacción más adecuada que luego matizamos o anulamos con la razón. Cuando somos capaces de escuchar nuestra emoción, es decir, somos conscientes de lo que sentimos, hemos dado un primer paso para que luego, ya desde la razón podamos gestionar nuestra respuesta y hacer que sea adecuada a nuestros objetivos.

Una persona emocionalmente inteligente es la que identifica las emociones, usa las emociones, entiende las emociones y regula las emociones.

8. ¿Quiénes gestionan mejor las emociones, mujeres u hombres, y cuál es la causa? 
Jhon Mayer, uno de los padres de la Teoría de la Inteligencia emocional dice que "La persona inteligente emocionalmente tiene habilidades en cuatro áreas: identificar emociones, usar emociones, entender emociones y regular emociones", y por lo tanto, son cuatro procesos diferentes en los que podemos tener diferencias.

Hay mucha variabilidad personal y depende del desarrollo de inteligencia emocional que la persona haya adquirido. Se suele decir que las mujeres tienen una mayor expresión emocional (que no gestión), pero aquí entran factores culturales que hacen que en diferentes grupos sociales las mujeres se expresan más o menos. Sí que es cierto que determinados estudios indican más facilidad del cerebro femenino para reaccionar emocionalmente, esta vez, las razones tienen mucho que ver con la propia naturaleza de la función femenina ligada a la maternidad y cuidado de los hijos. Pero, en definitiva, la gestión va a venir de la mano del aprendizaje y desarrollo de la inteligencia emocional y eso es algo que se produce a lo largo de toda la vida.

9. ¿Cuáles son las emociones más destructivas y por qué?
Todas las emociones en sí mismas son adecuadas y útiles. Tienen una función concreta y nos ayudan a responder ante lo que nos ocurre. El problema surge cuando se mantienen sin correspondencia con la situación, cuando se convierten en estados emocionales limitantes, es decir, las emociones mantenidas en el tiempo como el resentimiento que se origina en la rabia, o la resignación que se origina en la tristeza se perpetúan independientemente de los hechos en los que se produjeron. Hay personas que viven permanentemente en la rabia y parece que todos son sus enemigos y que el mundo les debe algo, o personas que viven en la tristeza y no ven salida a nada, ni posibilidad de hacer nada. En estos casos, no reaccionan ante la realidad sino que interpretan el mundo con un filtro emocional distorsionado y esto no es que sea destructivo es que limita, coarta y degenera su capacidad de acción. Para ellos mismos no sólo puede que no sea un problema sino que puede convertirse en una estrategia de vida que le reporte grandes réditos. Pensemos por ejemplo, en todos aquellos que fomentan el odio al contrario, como ocurre con los equipos de futbol o los partidos políticos. El problema y el carácter destructivo es para las personas que asumen esas emociones como las verdaderas y únicas.

Las mujeres tienen mayor expresión emocional que los hombres, pero eso no quiere decir que gestionen mejor las emociones. Todo depende del grado de desarrollo de la inteligencia emocional que dura toda la vida.

10. La última palabra la dejamos al entrevistado para que transmita cualquier mensaje que considere importante sobre lo que quiera.
Emociones Capacitantes es el libro con el que yo hubiera querido contar desde hace mucho tiempo, no sólo para entender las emociones sino también para saber cómo gestionarlas y para qué. Los que lo han leído lo consideran un libro de referencia y consulta para entenderse a sí mismos y a los demás, de ahí que sea tan útil en el área laboral y la gestión de equipos.

El ÍNDICE del libro Emociones Capacitantes es el siguiente:

INTRODUCCIÓN

PRIMERA PARTE: HABLEMOS DE EMOCIONES
Capítulo 1. Qué son las emociones
Capítulo 2. Dónde se forman las emociones
Capítulo 3. Cómo las sentimos
Capítulo 4. Cómo sentimos las emociones de los otros
Capítulo 5. De la emoción a la acción

SEGUNDA PARTE: CUÁLES SON LAS EMOCIONES
Capítulo 6. Clasificación de emociones
Capítulo 7. Las emociones, una a una

TERCERA PARTE: LA GESTIÓN DE LAS EMOCIONES
Capítulo 8. Cómo generar emociones capacitantes en el coaching.
Capítulo 9. Cómo generar emociones capacitantes en el liderazgo.

BIBLIOGRAFÍA

* Puedes ver más libros de Inteligencia Emocional en el siguiente link.

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